 | | MENTAL vs. MENTALÉS |
¿Es MENTAL el lenguaje del pensamiento?
“Mi visión es que no se puede aprender un lenguaje a menos que ya sepamos uno. El lenguaje del pensamiento es conocido pero no aprendido, es decir, es innato” (Jerry Fodor)
“La mente tiene un lenguaje propio: Mentalés” (Steven Pinker)
El Lenguaje Universal del Pensamiento
La hipótesis de Fodor
En 1975, Jerry Alan Fodor, en su obra “Language of Thought” (El Lenguaje del Pensamiento), lanzó la hipótesis de la existencia de un lenguaje mental, interno, innato y universal, común a toda la especie humana: el lenguaje del pensamiento o Mentalés (Mentalese).
Las características de este hipotético lenguaje serían, según Fodor, las siguientes:
- Es un lenguaje que existe a nivel cognitivo, al nivel de los pensamientos, ideas y conceptos, pero que se aplica solo a pensamientos que tienen contenido proposicional, por lo que no describe todo lo que pasa por la mente.
- Es un lenguaje de tipo computacional, basado en un sistema representacional en el que se establece una correspondencia entre contenido mental y su forma de representación, que tiene lugar en la mente-cerebro. El par mente-cerebro constituye una unidad. Es una entidad física con un mecanismo computacional-representacional. El sistema computacional requiere un sistema representacional. “No computation without representation” es el eslogan de su libro. Los procesos mentales son procesos computacionales basados en la representación.
En este sentido, es un lenguaje análogo al lenguaje de máquina de los ordenadores. La mente-cerebro es una clase de ordenador computando sobre representaciones en virtud de sus propiedades o posibilidades combinatorias. Ésta es también de la visión cognitiva de la inteligencia artificial.
- Sus elementos lingüísticos básicos (tokens o símbolos), que tienen contenido representacional, son contenidos mentales que corresponden a conceptos simples. Mediante la combinación de estos conceptos simples, mediante reglas lógicas, se forman conceptos más complejos.
- Los estados mentales poseen semántica, intencionalidad y capacidades causales. Pensar algo es tener la expresión “mentalesa” de esa proposición escrita de algún modo en algún lugar (o área de trabajo) de la mente-cerebro.
Fodor fue uno de los primeros filósofos que resaltaron la analogía existente entre la mente humana y el ordenador al defender la teoría computacional de la mente: la mente humana se puede considerar un ordenador, pues contiene símbolos internos y una lógica interna.
Para Fodor, el objetivo de la psicología debería consistir en descubrir el “programa” que constituye la mente y no los aspectos físicos que permiten ejecutar ese programa. Descubrir la mente es descubrir el software de la mente.
Fundamentos
La hipótesis del lenguaje del pensamiento se apoya en 5 tesis:
- Realismo representacional.
El pensamiento posee un sistema real de representación, es decir, todo contenido mental se expresa mediante elementos (tokens) explícitos.
- Pensamiento lingüístico.
El sistema representacional que subyace en el pensamiento es de tipo lingüístico, es decir, consta de elementos sintácticos (tokens) capaces de expresar significados proposicionales mediante la composicionalidad semántica de dichos elementos sintácticos.
- Distintividad.
El lenguaje del pensamiento es distinto de todos los lenguajes naturales hablados.
- Innatismo.
El lenguaje del pensamiento es innato a todos los seres humanos y es único: hay solo un lenguaje mental para toda la especie humana. Fodor, defiende un innatismo conceptual radical: todos los conceptos son innatos.
- Completud semántica.
El lenguaje del pensamiento es semánticamente completo, es decir, contiene todos los recursos necesarios para que el ser humano pueda expresar o captar cualquier idea o concepto.
La hipótesis del pensamiento lingüístico tiene las características siguientes:
- Productividad.
Los seres humanos pueden producir un número potencialmente infinito de pensamientos semánticamente distintos. La explicación más obvia y más simple es suponer que el pensamiento consta de elementos lingüísticos (tokens) que se combinan para producir esa variedad infinita de pensamientos.
- Sistematicidad.
Existe todo un sistema de relaciones lingüísticas entre las clases de pensamientos que somos capaces de producir. Estas relaciones son básicamente de tipo combinatorio. Por ejemplo, si pensamos “Juan ama a María”, también podemos pensar “María ama a Juan”. Y si pensamos “círculo verde” y “cuadrado rojo”, podemos también pensar “círculo rojo y cuadrado verde”.
- Composicionalidad semántica.
El significado de un pensamiento se basa en el significado de sus elementos componentes.
- Simplicidad-complejidad.
Muchos pensamientos son extremadamente complejos semánticamente, y el lenguaje es el único medio que tenemos para construirlos mediante la combinación de pensamientos más simples.
- Introspección.
Somos conscientes de que tenemos pensamientos que nos acompañan cuando hablamos o cuando captamos pensamientos de otros.
- Relación mundo interior – mundo exterior (el argumento metodológico).
Existe una relación causal entre mundo interior y mundo exterior, entre nuestros pensamientos y nuestras acciones. El hecho de que estas acciones ocurran en secuencia y que sean de tipo racional constituyen argumentos a favor de la existencia de un lenguaje interno y de una lógica asociada a dicho lenguaje.
Por lo tanto, si el pensamiento es de tipo lingüístico, debe de haber un lenguaje interno, un metalenguaje, un lenguaje madre, un lenguaje de lenguajes responsable del pensamiento.
La postura de Pinker
Steven Pinker, en su libro de 1994 “The Language Instinct” (El Instinto del Lenguaje), incluye un capítulo (el tercero) dedicado a Mentalés. Define Mentalés como “El lenguaje hipotético del pensamiento, o representación de conceptos y proposiciones en el cerebro en el que se formulan ideas, incluyendo los significados de palabras y conceptos” [Pinker, 2009].
Casi 20 años después de la hipótesis lanzada por Fodor, Pinker ha reforzado y popularizado este concepto. Sus ideas principales son:
- Mentalés es una lingua franca interna, un componente cognitivo del cerebro, innato, autónomo y determinado genéticamente como resultado de la evolución. El lenguaje es instinto, la adquisición del lenguaje es innata, de la misma forma que los pájaros construyen sus nidos y las arañas sus telas.
- El pensamiento es independiente del lenguaje hablado. Pensamos, no en un lenguaje natural concreto, sino en un metalenguaje que precede a todo lenguaje (que está en un nivel abstracto superior). Este metalenguaje o lenguaje del pensamiento es Mentalés, del cual surgen los lenguajes particulares. Mentalés es el fundamento de todo pensamiento y de todo lenguaje.
- Debe de haber una traducción, en ambos sentidos, entre lenguaje natural y Mentalés para que tenga lugar el pensamiento. Mentalés es un medio silente (interno) del cerebro, desde el que se generan los pensamientos que “vestimos” con palabras para comunicarnos externamente. Hablar es traducir Mentalés a un lenguaje natural, y entender es traducir el lenguaje natural a Mentalés. Mentalés es “el puerto de entrada a la mente”. El aprendizaje de un lenguaje consiste en traducir este lenguaje al Mentalés innato.
- Mentalés es un lenguaje de representación del pensamiento análogo a un lenguaje de máquina de un ordenador. La máquina de Turing es una clase de Mentalés, aunque no es la única posible. (En general, los defensores de la hipótesis Mentalés no creen que éste sea como una máquina de Turing.)
- Rechaza la hipótesis Sapir-Whorf (el lenguaje influye o determina el pensamiento), puesto que el lenguaje externo es meramente la manifestación del lenguaje interno (Mentalés). Mentalés es un componente innato de la especie humana que no es afectado por el proceso de aprender un lenguaje o usarlo. El lenguaje no condiciona el pensamiento porque el lenguaje natural es superficial y el pensamiento es profundo y de rango superior. Si el pensamiento fuera el lenguaje natural, entonces la hipótesis Sapir-Whorf sería, evidentemente, cierta.
Pinker aduce 5 razones para sostener que el pensamiento no puede ser el lenguaje natural:
- La dificultad de expresar algunas ideas con palabras que no se ajustan exactamente a lo que se desea expresar.
- Recordamos la esencia de lo que hemos oído, pero no las palabras exactas.
- Si el pensamiento dependiese de palabras, no podrían acuñarse nuevas palabras.
- Sin el lenguaje natural se tienen pensamientos (como por ejemplo, los sordos y los bebés), incluso pensamientos de tipo abstracto.
- La traducción de un lenguaje natural a otro sería imposible sin Mentalés, el lenguaje común y universal de referencia.
Pinker también aporta 5 argumentos a favor de Mentalés, aduciendo problemas existentes en el lenguaje natural:
- Ambigüedad.
A menudo, el lenguaje natural es ambiguo. Pero nuestro entendimiento no lo es. Por lo tanto, el instrumento de nuestro entendimiento (Mentalés) no puede ser el lenguaje natural.
- Falta de lógica explícita.
Las relaciones lógicas en el lenguaje natural no están, a menudo, explícitas. Esto tiene relación con el famoso problema del marco (frame problem). [ver Aplicaciones – Inteligencia Artificial – El Problema del Marco].
- El problema de la correferencia.
En el lenguaje natural no está explícita la forma en que los pronombres hacen referencia a sus antecedentes.
- Deixis.
En lingüística, deixis se refiere al señalamiento a elementos del discurso, de tal forma que, a menudo, el contexto determina el significado.
La deixis es la parte de la semántica y la pragmática que está relacionada con las palabras que sirven para indicar otros elementos. Palabras como tú, hoy, aquí, esto, son expresiones deícticas, que nos sirven para señalar personas, situaciones, lugares, etc.
- Sinonimia.
Distintas palabras significan la misma cosa. Luego tiene que haber “algo más” que está más allá de esas palabras.
Mentalés vs. Gramática Universal
La Gramática Universal (GU) es una teoría lingüística postulada por Chomsky, que sostiene que existen principios gramaticales universales innatos en todos los seres humanos y que se manifiestan en todos los lenguajes naturales.
Para la antigua gramática de Port-Royal (1660), llamada “gramática general”, la estructura profunda de todos los lenguajes es la misma, pues es un reflejo de las formas del pensamiento y de ciertas propiedades fundamentales de la mente.
También el lingüista y neurólogo Eric Lenneber había desarrollado, antes de Chomsky, una teoría universalista del lenguaje, argumentando que todos los lenguajes comparten la misma estructura subyacente, que las estructuras lingüísticas son mayormente innatas, y que lo que es percibido como diferencias entre lenguajes específicos es meramente un fenómeno superficial que no afecta al proceso cognitivo, que es universal en todos los seres humanos.
Si comparamos la GU de Chomsky con Mentalés:
- Para Chomsky, la GU es innata, pero no absoluta. Posee una función adaptativa para ajustarse a las condiciones de la gramática de un lenguaje particular. La GU ayuda a aprender el lenguaje natural.
- Para Pinker, Mentalés nos permite aprender y comportarnos inteligentemente. Mentalés es un mecanismo completo y no meramente una plantilla o esquema utilizado en el aprendizaje, como la GU. Sin Mentalés no se podría adaptar la GU heredada a un entorno lingüístico natural. Pinker cree en la existencia de la GU que subyace en todos los lenguajes, pero va más allá de Chomsky en el tema del aprendizaje de un lenguaje natural.
- La afirmación de Fodor “Se necesita un lenguaje para aprender un lenguaje” (haciendo referencia a Mentalés), ha sido sustituida en sus últimos escritos por “Es necesario un dispositivo de adquisición de lenguaje para aprender un lenguaje”. Esto es precisamente la GU, lo que implicaría que el aprendizaje de un lenguaje natural se podría explicar sin la hipótesis Mentalés.
Algunas opiniones y críticas
Desde su formulación por Fodor, la hipótesis del lenguaje del pensamiento (Mentalés) ha provocado apasionados debates entre filósofos y científicos cognitivos. Las objeciones principales son:
- El materialismo cerebral. No hay estados mentales; son solo estados cerebrales.
- Se cuestiona que el sistema de representación empleado por la mente sea un lenguaje formal de tipo proposicional, con su sintaxis y su semántica.
- El argumento recursivo. Si el significado de un lenguaje natural se explica en términos de otro lenguaje (Mentalés), entonces el significado de Mentalés debe obtenerse de otro lenguaje más interno, y así sucesivamente hasta el infinito, o bien llegar a una causa primera, un lenguaje básico o un homúnculo. Según Daniel Dennet, este proceso recursivo no es infinito, pues se llega a un nivel básico que no requiere interpretación.
- El problema de la semántica. La hipótesis Mentalés deja sin responder a la cuestión clave de la semántica, es decir, el tema del modo en que las expresiones mentales adquieren significado.
He aquí algunas opiniones:
- San Agustín consideraba el lenguaje como meras etiquetas aplicadas a conceptos existentes.
- Para Kant, el lenguaje es solo una de las herramientas utilizadas por el ser humano para experimentar el mundo.
- Para los psicólogos conductistas, lenguaje y pensamiento son la misma cosa. El pensamiento es enteramente lingüístico. No existe el pensamiento “no verbal”.
- Benjamin Lee Whorf, en su obra “Lenguaje, Pensamiento y Realidad”, afirma que “los pensamientos preceden y son independientes de las palabras”. De esta forma, con esta frase, Whorf anticipó implícitamente el concepto de Mentalés, estableciendo la distinción entre lenguaje y pensamiento.
- Paul Churchland niega que existan estados mentales. Es su “eliminative materialism” (materialismo eliminativo): los estados psicológicos corresponden uno a uno con estados neurofisiológicos del cerebro.
- Para John Searle, defensor del materialismo cerebral (o naturalismo biológico), los estados mentales corresponden a estados cerebrales. Por lo tanto, no hay representacionalidad de la mente. Los estados cerebrales son de alto y bajo nivel. Los de alto nivel son los que causan las acciones externas. Los de bajo nivel corresponden al comportamiento intencional (interno).
- Alan T. Gaynor establece una analogía físico-mental entre Mentalés y el éter, el hipotético medio absoluto sobre el que se propaga la luz:
luz | = | pensamiento
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éter | Mentalés
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El famoso experimento de Michelson-Morley de 1887 demostró que la hipotética existencia del éter no era válida. Einstein, en su teoría de la relatividad especial, con su postulado de invariancia de la velocidad de la luz, tampoco requería de la existencia del éter. Gaynor cree que puede suceder lo mismo con Mentalés, que la hipótesis de su existencia no sea necesaria.
De todas formas, el tema del éter se ha reactivado en los últimos años para intentar explicar la materia oscura y la energía oscura del universo. El “nuevo” éter (o Akasha) se concibe como una especie de espacio-materia residente a un nivel profundo de donde emergen todos los fenómenos observables y objetivos. Así que la comparación con el éter es acertada en el sentido de que ambos (éter y Mentalés) residen en un nivel profundo (físico y mental, respectivamente).
- Daniel Dennett defiende la hipótesis Mentalés. Lo denomina “escritura mental”. Al describir Mentalés, afirma que el pensamiento se puede considerar como una especie de motor sintáctico que preserva las propiedades semánticas.
- Para Derek Bickerton, existe un código universal, unos principios comunes a todas las lenguas, por lo que se puede afirmar que tenemos una única lengua. El lenguaje no es solo un medio de comunicación, sino un sistema de representación de la mente y la clave de los procesos cognitivos, la inteligencia y la conciencia. Destaca como característica principal del lenguaje humano la capacidad de relacionar objetos y propiedades.
- Para George Steiner, todo acto de comunicación humana implica un tipo de traducción. Incluso la lectura de un texto implica traducción, porque el significado no reside en el texto, sino que es generado por un proceso de interpretación, que ésta ligada al contexto socio-cultural.
- Para la lingüísta Anna Wierzbicka, Mentalés corresponde con las primitivas semánticas (semantic primes), un conjunto de conceptos universales compartidos por todos los lenguajes naturales. Esto ha provocado una doble controversia: 1) la propia hipótesis del lenguaje del pensamiento; 2) por la elección de alrededor de 100 conceptos básicos (como “yo”, “pensar”, “cerca”, “dentro”, etc.). [ver Comparaciones – MENTAL vs. Primitivas Semánticas Universales en Lenguaje Natural).]
Proposicional vs. imaginal
En psicología cognitiva se admite que las funciones mentales (incluido el pensamiento) tienen un sustrato representacional. Se han propuesto dos alternativas básicas, en principio contrapuestas: la concepción proposicional y la imaginal. En realidad se trata del enfrentamiento dialéctico, una vez más, de los dos modos de conciencia: hemisferio izquierdo (HI) y hemisferio derecho (HD), entre el mundo externo (objetivo, racional y analítico) y el mundo interno (subjetivo, intuitivo y sintético).
- La concepción proposicional.
Propone que la representación mental tiene la forma de una proposición. Las proposiciones tienen un carácter lineal, discreto, analítico. La mente sería la metáfora de un ordenador: un procesador de símbolos en serie.
- La concepción imaginal.
Propone que la representación mental se basa en imágenes, que desempeñan el papel principal en la actividad cognitiva. Las imágenes tienen carácter continuo, sintético, analógico, y se procesan en paralelo.
Existe una tercera alternativa, propuesta por la escuela conexionista, y es la representación distribuida: el contenido mental no se puede localizar porque no se halla almacenado como tal, sino que es el resultado del funcionamiento de una red de conexiones.
La ventaja de las proposiciones es que son muy versátiles. La desventaja es que requieren una gran cantidad de relaciones y de inferencias, muchas de ellas triviales. Y hay fenómenos mentales como los qualia (las cualidades subjetivas de las experiencias conscientes, como por ejemplo, oler una rosa, sentir el color rojo, experimentar dolor, etc.) que no pueden representarse mediante el recurso proposicional. Los formalismos proposicionales son intrínsicamente solipsistas, pues solo hacen referencia a sí mismos.
Los proposicionalistas postulan un Mentalés basado en proposiciones. Los estados mentales serían estructuras sintácticas que codifican el significado. El pensamiento consistiría en operaciones (computaciones) entre representaciones sintácticas, un proceso similar a las transiciones de estados de una máquina de Turing.
La ventaja de las imágenes es que describen relaciones espaciales de manera sintética. La desventaja es que no permiten procesos de cálculo formal ni deductivos. A causa de que las imágenes pertenecen al mundo subjetivo y son más difíciles de manejar, se ha tratado de ignorarlas o al menos se ha planteado si son prescindibles en la elaboración de una teoría de la cognición.
El tema de las imágenes mentales tiene en psicología una larga historia. El primer paradigma de la psicología era de tipo mentalista y defensor de las imágenes mentales. Posteriormente, se planteó la posibilidad de la existencia de pensamientos sin imágenes. Con la llegada de la escuela conductista, se eludió absolutamente el tema de las imágenes mentales, por considerarse procesos internos, subjetivos, no observables e imposibles de abordar científicamente. Actualmente existe un gran interés en el tema de las imágenes mentales, una de cuyas cuestiones planteadas es la naturaleza de las imágenes (esquemáticas, estructurales, simbólicas o abstractas).
Pero el mundo imaginal es más rico que el proposicional, pues se trata de un mundo interior, flexible y creativo. La imaginería mental es una actividad cognitiva que nos permite percibir (internamente) imágenes de objetos reales no presentes. Y la posibilidad de generar o crear imágenes de entes imaginarios (monstruos, figuras abstractas, relaciones ilógicas o desproporcionadas, etc.). Como ejemplos en el mundo del arte, podemos citar a Dalí y Magritte.
La imaginación es más potente que el pensamiento. Muchos descubrimientos científicos han provenido de intuiciones imaginativas. “La imaginación es más importante que el conocimiento. El conocimiento es limitado. La imaginación engloba al mundo” (Einstein).
He aquí algunas opiniones relativas a la dialéctica proposicional-imaginal de la representación mental:
- Fodor cree que muchos items léxicos en Mentalés pueden ser como imágenes. Intentando conciliar elementos proposicionales e imágenes mentales, introdujo la noción de “imagen mental bajo descripción”. Pero insiste en que, en general, un sistema puro de imágenes no son adecuadas para expresar proposiciones. En particular no permiten capturar lo que está implicado en juicios (proposiciones que tienen un valor de verdad).
- Pinker da mucha relevancia al tema de las imágenes mentales en el pensamiento. “Yo no creo que pensamos en un lenguaje o pensamos en palabras. Creo que pensamos en imágenes visuales, en imágenes auditivas, y pensamos en proposiciones abstractas sobre la verdad”.
- Para Antonio Damasio, las imágenes desempeñan un papel principal en la mente. Las imágenes son pautas mentales o qualia, que son de tipo unificado y producen sensación-emoción. Las imágenes son manipuladas en un proceso que denominamos “pensamiento”. La conciencia es una sensación-percepción integrada de imágenes.
- Gilbert Ryle, en su obra “El concepto de lo mental” (1949) [2005], niega que existan imágenes mentales. Miembro destacado de la filosofía analítica, sostiene que la mente humana no puede alcanzar a explicar el universo, que la metafísica es imposible. La filosófia debe ocuparse exclusivamente de los temas lógicos y metodológicos. Crítico con el dualismo cartesiano, fue el acuñador de la frase “el fantasma en la máquina”, popularizada posteriormente por Arthur Koestler en su obra del mismo título (1968).
- Para Bergson, la imagen se sitúa a medio camino entre el objeto externo y su representación interna.
- Para Bolzano, solo las proposiciones que contienen ideas finitas resultan accesibles a la mente humana.
- Para Sartre, la imagen no es un soporte del pensamiento; forma parte de la imaginación.
- Para Piaget, la imagen es solo símbolo, no conocimiento.
- Para Jung, fundador de la psicología analítica, la psique está constituida por el consciente personal, el inconsciente individual, y el inconsciente colectivo. El inconsciente se manifiesta como arquetipos, que son imágenes primordiales de tipo simbólico, y que anteceden a las ideas que articulan el discurso racional. Los arquetipos tienen una estructura dual o bipolar, pues conectan lo consciente con lo inconsciente. Jung desarrolló el método de la “imaginación activa” para establecer, en estado de vigilia, un diálogo activo con el inconsciente para intentar captar su significado.
- Para James Hillman −junguiano y creador de la psicología arquetipal− las actividades psicológicas pertenecen al reino de las imágenes. Al contrario que Jung, utiliza un enfoque más fenomenológico que analítico. Para comprender la psique, las imágenes hay que explorarlas y describirlas, no explicarlas ni racionalizarlas. Las imágenes crean significado cuando se las contempla (sin analizarlas). La fuente del verdadero conocimiento no es lo racional, sino el mundo de las imágenes en el que el “yo” habita. Hillman “reinventó” la psicología sobre la base del alma. El alma se manifiesta en la imaginación, la fantasía, el mito y la metáfora. Sus dos obras emblemáticas de su pensamiento son “Re-imaginar la psicología” (1975) [1999] y “El código del alma” (1997) [1998].
Antecedentes
Aristóteles
A través de Boecio conocemos las teorías aristotélicas sobre el lenguaje y la lógica. Aristóteles intuyo la existencia de un lenguaje mental (interno), relacionado con el lenguaje hablado (externo):
- Divide el lenguaje en hablado, escrito y mental.
- Distingue entre mundo mental y mundo extramental.
- Denomina “intenciones” a los elementos del lenguaje mental.
- Denomina “imposición” a lo que hace que una voz sonora pase a tener significado. Cada imposición está relacionada directamente con una intención.
- Hay imposiciones (e intenciones) primeras y segundas. Las primeras se refieren a realidades extramentales (p.e., “mesa”). Las segundas se refieren a realidades mentales. La lógica y la gramática tienen como objeto las segundas intenciones y son de carácter metalingüístico.
San Agustín
San Agustín también se ocupó del tema de la existencia de un lenguaje mental, que lo concibe como un lenguaje único, común a todos los seres humanos:
- Distingue dos niveles o planos en el lenguaje: el interior y el exterior, ambos constituidos por palabras.
- La relación que guardan entre sí los dos niveles (o planos) del lenguaje es de tipo semiótico: las palabras exteriores son signos de las palabras interiores.
- Define “signo lingüístico” como la unión intrínseca entre palabra exterior (sonido o realidad fónica), y palabra interior (significación). En la significación reside el valor y la fuerza del signo lingüístico.
- Las palabras pertenecientes al plano interior son comunes a todas las lenguas y son independientes de su traducción verbal a una lengua concreta.
- Distingue entre:
- Res. La realidad exterior, que es independiente de la capacidad de ser nombrada.
- Verbum. Es el lenguaje externo, que es independiente de su capacidad para nombrar cosas.
- Dictium. Es el Verbum utilizado para referirse a la realidad exterior.
- Dicible. Es el lenguaje interior, el lenguaje mental.
Occam
Guillermo de Occam fue el primer filósofo de la historia en describir el lenguaje mental con cierto nivel de detalle, utilizando categorías gramaticales y semánticas:
- En su obra “Summa Logicae”, divide el lenguaje −como hizo Aristóteles− en hablado, escrito y mental, siendo el escrito dependiente del hablado y el hablado dependiente del mental.
- El lenguaje mental es el lenguaje más básico y primitivo. Es un lenguaje canónico, fundamental, esencial. Está formado por unidades llamadas “conceptos” o “términos mentales”, que son “signos naturales”, tienen un significado y remiten a las cosas existentes. Los términos mentales representan a una pluralidad de particulares, son universales por naturaleza y son comunes a todos los seres humanos. En los términos mentales no hay polisemia ni sinonimia, como ocurre con el lenguaje hablado y escrito.
- El lenguaje hablado y escrito está formado por “términos lingüísticos”. El significado de los términos lingüísticos deriva precisamente de la significación de los términos mentales.
- Mientras que los significados de los términos lingüísticos es puramente convencional (pudiendo ser cambiado por mutuo acuerdo), la significación de los términos mentales es establecido por la naturaleza y no pueden cambiarse a voluntad. El lenguaje mental es un lenguaje natural. Mientras que los significados de los términos mentales se adquieren por procesos naturales, los significados de los términos lingüísticos se derivan de los términos mentales y se establecen por convención.
- Los términos mentales pueden combinarse para formar proposiciones mentales, que están estructuradas sintácticamente de la misma manera que los términos lingüísticos se combinan en sentencias audibles o visibles.
- El significado de una proposición mental depende directamente del significado de sus términos mentales constituyentes, como ocurre con las expresiones del lenguaje hablado y escrito.
- Aunque Occam rechazaba que los universales fueran reales, admitía la existencia de conceptos (o términos mentales) universales, que tienen su correspondiente término lingüístico en el lenguaje hablado y escrito. Matizaba que los conceptos universales son entidades singulares; son universales en el sentido de que de que son “predicados de muchos”.
- Divide los términos lingüísticos en:
- Categoremáticos. Corresponden a nombres, adjetivos y verbos. Hacen referencia a las cosas del mundo, a la realidad. Por ejemplo, “hombre” y “blanco”.
- Sincategoremáticos. Corresponden a adverbios, conjunciones y preposiciones. Por sí mismos no hacen referencia a la realidad, pero modifican los significados de los términos categoremáticos. Por ejemplo, “todo”, “sobre”, “desde”, etc.
- Los términos categoremáticos se dividen a su vez en:
- Términos absolutos. Son primarios y no definibles.
- Términos connotativos. Son secundarios: son combinación de los primarios. Se definen mediante términos absolutos y sincategoremáticos (definiciones nominales).
- El lenguaje mental solo contiene términos absolutos (junto con los términos sincategoremáticos). Cualquier cosa que pueda decirse sobre el mundo se puede expresar usando solo términos absolutos y sincategoremáticos.
El lenguaje mental de Occam sigue su principio de parsimonia o de economía conceptual (la famosa navaja de Occam), pues tiene un carácter reduccionista. Los términos mentales son absolutos e irreducibles. Todos los otros términos mentales categoremáticos (los connotativos) se pueden reducir a términos absolutos y sincategoremáticos.
MENTAL vs. Mentalés
- Simplicidad.
Parece lógico pensar que la variedad de lenguajes naturales (superficiales) puedan surgir de un lenguaje común (profundo) innato a todos los seres humanos. Es la hipótesis más simple, la que sigue el principio de la navaja de Occam (elegir la opción más simple entre todas las posibles). Es la hipótesis que sigue también el principio de causalidad descendente: lo superior se manifiesta en lo inferior (o lo profundo en lo superficial). Otras hipótesis, más complejas, serían suponer un Mentalés distinto para cada lenguaje natural, e incluso un Mentalés distinto para cada persona y lenguaje.
- Primitivas semánticas universales.
Mentalés está claramente ligado al tema de la existencia de primitivas semánticas universales (semántica lexical universal) y a una GU (gramática universal o semántica estructural universal). En MENTAL las primitivas semánticas universales desempeñan a la vez los papeles de semántica lexical y de semántica estructural. Aquí la navaja de Occam se aplica por partida doble.
- Analogía con un lenguaje de máquina.
A MENTAL se le puede aplicar la metáfora del lenguaje de máquina, pues sus primitivas semánticas universales son como las “instrucciones” de un ordenador que permiten expresar lo genérico y lo específico mediante la combinación de esas “instrucciones”, que son grados de libertad, y que permiten construir infinitos programas diferentes posibles (los pensamientos).
Aquí la metáfora es de doble sentido: la mente sería un ordenador basado en las 12 primitivas de MENTAL, y un ordenador se puede diseñar mediante estas primitivas, siguiendo el modelo de la mente humana. Hay convergencia entre mente y máquina.
- Proposicional-imaginal.
MENTAL es proposicional e imaginal. Es un lenguaje formal, lineal, proposicional, y también es un lenguaje simbólico que evoca imágenes arquetípicas. Los propios símbolos intentan reflejar la semántica y reflejan la forma, la sintaxis. Las primitivas, por su propia estructura, incluyen “puertas” de conexión con otras primitivas. Según el tipo de primitiva, el número de puertas puede ser fijo o variable. Por ejemplo, la primitiva “Secuencia” tiene un número variable de puertas, y la primitiva “Particularización” tiene un número fijo (dos). Las expresiones forman una red de conexiones.
Donde está el pensamiento está la imaginación. No es posible pensar sin imaginar. Y donde está la imaginación está la conciencia, el alma. Por lo tanto, el pensamiento no es autónomo porque depende de los niveles superiores del alma: la conciencia y la imaginación.
El pensamiento no es una facultad independiente. Pensamos con imágenes, como sostienen muchos filósofos y científicos cognitivos. También recordamos con imágenes, así como visualizamos (imaginamos) el futuro con imágenes.
El pensamiento está soportado por la imaginación, que es una facultad del alma, como la conciencia. No se puede pensar sin su fundamento superior. La conciencia ve unidad en todas las cosas. La imaginación es el vehículo de la conciencia. La conciencia reside en lo profundo, donde todo está unificado y donde no hay diferencias ni distinciones.
La relación de causa-efecto entre los estados mentales y el comportamiento puede explicarse por la imaginación, pues toda imaginación tiende a realizarse (al estar en un nivel superior al mental y el físico). Este tipo de comportamiento no puede explicarse acudiendo solo al nivel neurofisiológico.
- Unión de análisis y síntesis.
Mentalés es un modelo racionalista fuerte de la cognición, al considerar que Mentalés es de tipo proposicional y computacional-representacional. En este sentido, Mentalés es un intento de objetivar y naturalizar la mente, considerar la mente como parte del mundo físico (objetivo), evitando así la necesidad de postular entidades o propiedades psíquicas (subjetivas).
Pero el proceso mental no es solo lógico y racional, sino fundamentalmente analógico y sintético. Una representación analógica, en este caso, es una semejanza entre un fenómeno externo y su correspondiente contenido mental interno. Las representaciones analógicas se fundamentan en imágenes.
La única forma de conciliar la visión externa y la interna (los dos modos de conciencia) es acudiendo al concepto junguiano de arquetipo. Los arquetipos conectan lo interno y lo externo.
- Lenguaje de la conciencia.
Según Fodor, no podemos aprender un lenguaje a menos que ya sepamos uno. MENTAL es ese lenguaje universal (LU) innato y esa gramática universal (GU) innata. Ambos son la misma cosa: LU = GU. Los lenguajes particulares son manifestaciones de este lenguaje universal. Pero MENTAL no es el lenguaje del pensamiento, sino el lenguaje de la conciencia.
MENTAL es el lenguaje común subyacente a toda la realidad, incluyendo a los lenguajes naturales y a los lenguajes artificiales de las ciencias formales (matemática, informática, inteligencia artificial, etc.). Pero hay una diferencia: mientras Mentalés es una hipótesis, MENTAL es una realidad concreta y efectiva, un lenguaje teórico y práctico.
Conclusiones
Con MENTAL se aclara el tema de la hipótesis de Mentalés, el lenguaje del pensamiento:
- No hay tal lenguaje del pensamiento. Solo existe un lenguaje más fundamental, más profundo y universal: el lenguaje de la conciencia. Este lenguaje está presente en todas las cosas, en el mundo interno y en el externo, y que conecta ambos mundos.
- Lo único que puede expresarse como lenguaje formal es el lenguaje de los arquetipos primarios (MENTAL), un lenguaje que no es expresable en sí mismo, sino solo son expresables sus manifestaciones. MENTAL es la suprema aproximación abstracta al mundo de la mente.
- MENTAL es el fundamento de todo pensamiento y de todo lenguaje. MENTAL es el código universal.
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